Los Manuscritos de Qumrán y su Descubrimiento

Su denominación proviene del nombre árabe de un wadi (Cause o rio) que desemboca en la zona norte occidental del mar Muerto, en cuyo acantilado colindante hay varias cuevas en las que se encontraron en 1947 trozos de más de 600 manuscritos encerrados en cántaros, entre ellos diez rollos completos y millares de fragmentos.

Qumran
Historia de la Biblia


Descubrimientos

En varias publicaciones se halla la historia de un muchacho beduino que, a fines de mayo de 1947, se adentró a ´Ain Feshkha en persecución de una cabra que se le había escapado, ya cansado, se sentó, y descubrió un orificio en la ladera. Esta historia sigue afirmando que el joven marchó aprisa de allí atemorizado, y que volvió al día siguiente con un amigo suyo para investigar más a fondo. Habiendo descubierto varios recipientes que contenían rollos, los vendieron a un comerciante de Belén. 

La Realidad es Algo Distinta

El hallazgo tuvo lugar a fines de 1946, en donde tres pastores que se hallaban por los alrededores del oasis de ‘Ain Feshkha, no lejos de las ruinas de Qumrán, fueron los descubridores. Yuma Mohamed Jalil tenía la obsesión de que si exploraba las cuevas suficientes hallaría un tesoro de gran valor. Acompañado de otros dos amigos, de la tribu beduina seminómada ta’amireh, llamados Jalil Musa y Mohamed Ahmed el-Hamed, guardaban los rebaños en aquella región. Yuma se dio cuenta de dos, a modo de agujeros que se abrían sobre una de las paredes del acantilado. Subieron hasta allí y pudieron constatar que el agujero superior permitía el paso de una persona delgada. Al arrojar una piedra adentro, oyeron un ruido como si hubiera tocado un recipiente de barro. Llenos de curiosidad, pero impedidos de seguir explorando porque estaba cayendo la noche, él y sus amigos tuvieron que dejar la búsqueda para un día más oportuno. 

Qumrán
Qumrán

Primera Incursión 

Dos días después, Mohamed Ahmed el-Hamed se dirigió allí a solas. Una vez dentro de la cueva, descubrió diez jarras de pie a lo largo de la pared de la cueva, algunas con su cubierta. Había muchos cascos de jarras rotas. Sólo en una de las jarras tapadas encontró dos paquetes, envueltos en telas, y empapados de algo negro. Al enterarse los otros dos de este hallazgo, y enfurecidos por la escapada del primero, llevaron los rollos a un carpintero dedicado también a las antigüedades en Belén. No llevando éste ninguna gestión a cabo, se pusieron por fin en contacto con Jalil Iskandar Shalim, un zapatero/anticuario también de Belén.

Esto sucedía a principios de abril del mismo año. Finalmente, después de varios incidentes, fueron comprados por el archimandrita del convento sirio ortodoxo de San Marcos en Jerusalén, Su Gracia Mar Yesue Samuel, que en 1948 los presentó a la American School of Oriental Research, donde J.C. Trever y W.H. Brownlee reconocieron inmediatamente el valor del hallazgo. Los rollos resultaron ser:

  • El famoso Rollo de Isaías
  • El Comentario de Habacuc
  • La Regla de la Comunidad 
  • Además encontraron un cuarto rollo procedente de una segunda incursión de los beduinos en la cueva, que resultaría ser el Génesis Apócrifo. 

Segunda Incursión 

Luego de haber encontrado los primeros 4 rollos, consiguieron otros tres más, en dos jarras, que finalmente fueron a parar a manos del doctor E. L. Sukenik, que era el rector de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Éstos resultaron ser: 

  • Una colección de Himnos o Salmos
  • La Regla de la Guerra
  • Un Rollo incompleto de Isaías

Rollos del Mar Muerto
Rollos del Mar Muerto

Todos ellos pasaron a la Universidad Hebrea de Jerusalén. Por medio de un bibliotecario sirio, el doctor Sukenik pudo llegar a ver los rollos del arzobispo Atanasio, pero no consiguió adquirirlos. Después de la primera guerra árabe-israelí, el arzobispado de Mar Atanasio precisaba de dinero para ayudar a varias personas necesitadas, y recurrió a su venta en Estados Unidos. Finalmente, después de varias negociaciones, los cuatro rollos quedaron en posesión de Israel, que los adquirió por medio de personas interpuestas para que los vendedores no conocieran el destino final de los rollos, y fueron depositados en la Universidad Hebrea de Jerusalén. 

Yigael Yadin, el hijo del doctor Sukenik, fue quien dirigió la operación de la compra por medio de un abogado. La operación de compra tuvo lugar a mediados de 1954. Al llegar a conocimiento de las autoridades de Jordania lo referente a los hallazgos del mar Muerto, se preparó una expedición formal que excavó la cueva 1 de Qumrán, desde el 15 de febrero hasta el 5 de marzo. Esta excavación fue emprendida conjuntamente por el Departamento Jordano de Antigüedades y por la Escuela Bíblica de Jerusalén, bajo la dirección de G. L. Harding y de Roland de Vaux respectivamente. Se hallaron muchos cascos de cerámica rota, provenientes de al menos cincuenta jarras; numerosos trozos de tejido semejantes a los que habían envuelto los primeros rollos descubiertos, y 900 fragmentos, casi todos ellos de piel, más unos pocos fragmentos de papiro. Era evidente que los siete rollos que habían sido descubiertos constituían una fracción de los que habían sido originalmente depositados en la cueva. Esta cueva es la que en la actualidad recibe el nombre de 1Q.

Las Cuevas de Qumrán
Las Cuevas de Qumrán

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