La Arqueología de Qumrán

Intrigados y deseosos de hallar alguna luz acerca de la procedencia de estos textos, se emprendió una expedición para explorar el tell de Hirbet Qumrán y dilucidar una posible relación entre los textos y las ruinas. Khirbet Qumrán o ruinas de Qumrán, es un montículo artificial que se halla a 13 km. al sur de Jericó y a 2 km. de la costa occidental del mar Muerto, sobre los acantilados que se hallan tras la estrecha franja costera, cerca del oasis de ‘Ain Feshkha. Allí, el Departamento de Antigüedades de Amán, el Museo Arqueológico de Palestina, y la Escuela Bíblica y Arqueológica Francesa de Jerusalén, llevaron a cabo cinco campañas entre los años 1951- 1956, dirigidas por los mismos G. L. Harding y R. de Vaux.

Arqueología Bíblica

La Ocupación de Qumrán

Descubrieron unas ruinas de una extensión aproximadamente 80 x 80 m. de lado, de forma rectangular y de apariencia imponente. Había una torre junto a la puerta de entrada, varias salas para diversos propósitos, y sobre todo un notable sistema hidrológico, con acueducto, canal interior cubierto, cisternas, depósitos para abluciones y regadíos. Una gran grieta atraviesa todo el conjunto de norte a sur, y pasa por dos estanques. Esta grieta pertenece al terremoto del que informa Josefo (Ant. 15:5, 2), y que tuvo lugar en el año 31 a.C. En las excavaciones se apreciaron distintos niveles. La evidencia de campo revela que hubo una ocupación desde los siglos VIII a VII a.C. Una cisterna circular procede de esta época. Es posible que fuera Uzías quien construyera una fortaleza en este lugar (2 Crónicas 26:10). Sin embargo, la ocupación principal es la de la época de Hircano I (134-104 a.C., se encontraron monedas del reinado de Antíoco VII). La ocupación siguió ininterrumpidamente hasta el terremoto del año 31 a.C. Posteriormente, volvió a ser ocupada desde los alrededores del año 3 d.C. hasta el 68 d.C. (según las monedas halladas del segundo año de la sublevación judía), en que debió ser tomada por los romanos en sus operaciones de limpieza conjunta a la toma de Jericó. Los restos arqueológicos indican un final violento de esta fase. Los muros aparecen agujereados y hay una capa de ceniza que cubre la extensión de la localidad. Asimismo, se encontró una buena cantidad de cabezas de flecha de hierro romanas.

Es indudable que el lugar fue destruido a comienzos del verano del 68 d.C. por un destacamento de las tropas del emperador Vespasiano que operaban en esta zona. Hay adicional evidencia de ocupación romana hasta el año 86 d.C. Es evidente que allí quedó una guarnición hasta la total pacificación del país.

La siguiente fase fue su ocupación por los fieles de Bar Koqueba (132-135 d.C.). Esta última ocupación está relacionada con los hallazgos del wadi Murabba’at y Nahal Hever. Al reanudarse la ocupación de Qumrán, se evidencia una nueva etapa de construcciones. En el curso de las excavaciones se identificaron las siguientes instalaciones: Salones o local donde se llevaba a cabo la copia de manuscritos, cocina, lavadero, talleres de alfarería, molinos de harina, hornos y diversos talleres de trabajo.

Qumrán
La Ocupación de Qumrán

Datación del Lugar

La datación de estos hallazgos se hizo mediante diversos métodos: paleografía, datación radiocarbónica, determinación de la naturaleza histórica de los principales niveles arqueológicos de Qumrán (helenístico y romano) y el examen de varios cientos de monedas halladas en las excavaciones, que limitan el período principal de ocupación entre las fechas de 135 a.C. a 68 d.C. La datación de los manuscritos de la primera cueva (1Q) se hizo mediante análisis paleográficos, como ya se ha indicado. Albright asignó a los manuscritos, en base a su comparación con el papiro Nash, la edad de fines del período macabeo, alrededor del año 100 a.C. La prueba del radiocarbono dio la edad de 33 d.C. No lejos de las ruinas se descubrió un cementerio con más de mil sepulturas, bien alineadas, orientadas hacia Oriente, y próximo a la cueva 1. Aunque la mayor parte de los enterramientos son de varones, había también algunos de mujeres y niños. Es muy probable que también las ruinas de ‘Ain Feshkha, excavadas por el mismo R. De Vaux entre 1956 y 1958, sean una dependencia de la misma comunidad; la presencia de una fuente la convertían en la única zona cultivable de los alrededores. Quedaba en pie la cuestión de si había relación entre los manuscritos de las cuevas y las ruinas de Qumrán. El hallazgo de varios tinteros y de una mesa y banquetas en la estancia ya indicaba una relación entre ambos lugares. La fecha de los manuscritos correspondía con la de ocupación de Qumrán. Se halló finalmente una gran cantidad de piezas de cerámica idéntica a la descubierta en la primera cueva, e incluso una jarra idéntica a la usada para depositar los rollos. De manera que queda bien establecido el enlace entre ambas localidades.

Qumrán
Jarras de Qumrán
Estudio Anterior: Los Manuscritos de Qumrán y su Descubrimiento