La Parábola de la Cizaña (Estudio Bíblico)

La preocupación de Jesús por las personas que disponían de su tiempo y de sus recursos para escucharlo, era evidente, ya sea por medio del sobre esfuerzo que hacia para predicarles o los alimentos que procuro darles por el largo tramo que recorrían. Pero la mayor preocupación del Señor siempre fue que sus enseñanzas prevalecieran en el corazón de la multitud, porque sus vidas dependían de ellas.

Parábola de la cizaña
Parábola de la Cizaña

Jesús sabia que la permanencia de sus enseñanzas no solo dependían de la manera en que la recibían las personas, sino el cuidado que estas tendrían de las mismas para no olvidarlas y emplearlas correctamente a la hora de la prueba, para ello da la siguiente enseñanza:

Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero. 

Mateo 13:24-30 RV 19620

El simple hecho de que la enseñanza haga énfasis de una situación futura tanto buena como mala, la convierte en una advertencia o en una sentencia, dependiendo de que lado se encuentre el creyente. Recordemos que antes de esta parábola Jesús dio una enseñanza a través de una muy parecida, "La Parábola del Sembrador", en esta utiliza la semilla para representar "La Palabra de Dios", pero en la parábola de la cizaña, la semilla simboliza al creyente, ya no en distintos escenarios en la que es sembrada, sino uno solo, "El Campo".

El Escenario - Verso 24

El tema a tratar en las 2 parábolas es el Reino de lo Cielos que actualmente esta en la Tierra (Lucas 17:20-21) y como los creyentes se desenvuelven en él, espiritualmente. Una de las diferencias con la anterior parábola, es el escenario, aquí ya no se menciona ninguna superficie como el camino, los espino, etc. Ahora todas las buenas semillas o buenos creyentes se encuentran un campo en el cual el dueño es el Señor. Algunos argumentan que este escenario es el mundo entero, pero recordemos que aquí solamente se había sembrado la buen semilla, o sea "verdaderos creyentes" y no otro tipo de personas, de lo contrario el enemigo no tendría necesidad de hacer algo en contra de ello. Todo parece indicar que el campo representa todas las personas en la fe antes de la venida de Jesucristo y toda la cosmovisión cristiana desde sus inicios en el siglo I hasta la actualidad.

Parábola de la cizaña
Campo de Trigo

La Cizaña - Verso 25

La siembra del enemigo, en este caso la cizaña, podría interpretarse de 2 maneras que al final se unifican:

La primera son las ideas humanas o pensamientos filosóficos que se han desarrollado y establecido como las enseñanzas básicas de la sociedad, en el área política, económica e incluso religiosa, que han sido introducidos primeramente en el pensamiento cristiano y luego llevados al corazón de la iglesia, esto explica la gran cantidad de denominaciones cristianas que existen.

La segunda es un poco mas pretenciosa, ya que directamente hace referencia a las personas que se congregan a una denominación con la intención de introducir alguna enseñanza o practica que dicha iglesia rechaza, pero que algunos creyentes aceptan, cumpliendo de esta manera la función de la cizaña, contaminar.

El Contraste entre el Trigo y la Cizaña - Verso 26,27

Existe un enorme parecido entre las dos, ya sea en la germinación y el color, pero no en sus funciones.

  • El trigo tiene como función, ser un alimento delicioso y nutritivo en el diario vivir.
  • En todo caso el creyente es aquel trigo portador del grano (El Fruto) que alimenta (La palabra) que normalmente las personas pasan por desapercibido, pero que en realidad es el alimento mas importante y necesario para sus vidas en todos los aspectos posibles.
  • El trigo siempre se encuentra recargado de un lado por el peso del grano, simboliza al creyente humillado ante Dios al dar mucho fruto.
  • El trigo es una planta que no contamina a diferencia de la cizaña que es utilizada para crear veneno.
  • A pesar de tener el mismo color, los agricultores diferencian al trigo de la cizaña por el tamaño ya que esta ultima es mas grande y erguida (el orgullo o la soberbia).
Parábola de la cizaña
Diferencias entre el Trigo y la Cizaña

El Imitador-Verso 28,29

Cuando los segadores le avisan al Sembrador acerca de la cizaña, este rápido identifica al culpable de tal suceso, el enemigo. Todos sabemos que lo que Dios establece para el bien de la humanidad, puede ser distorsionado únicamente en el corazón del hombre a través del libre albedrío, pero no en la realidad, la cual es parte del plan divino.

El enemigo es un prolífico imitador de Dios, aunque no tan bueno cuando se le ve espiritualmente. Él también es un sembrador en este mundo, y al igual que Dios, posee un campo que ha sido cosechado con un sin fin de dogmas, pensamientos, filosofías e ideas erróneas desde que el hombre decidió aceptarlas. Por este motivo el ser humano ha siso, en todos los tiempo, el adversario de la verdad (influenciado por el enemigo).

A todos los rayos de su luz, opone una sombra para oscurecerla o desnaturalizarla.

La cizaña esta para el trigo, así como el juicio humano esta para las manifestaciones superiores del evangelio.

Una doctrina, por mas clara y pura que sea, en el mismo momento en que es  concedida al hombre, suscita  enemigos que intentaran destrozarla, por la codicia o el interés de mantener la ignorancia entre los suyos. Son como la cizaña, que humilla, transforma, envenena y hasta mata al trigo.

La expresión del Sembrador, al impedir que esta fuera quitada de inmediato de entre su campo, deja mas que claro que estos dos tipos de semilla deberán crecer juntas dentro del cristianismo, a fin de no dañar de algún modo a aquellos que no son envenenados o simplemente no ceden a tales aberraciones del enemigo. Es imposible que no exista la cizaña en las congregaciones cristianas, dado que una iglesia fuertemente equipada con la doctrina de Cristo, muy rara vez estará fuera del radar del enemigo, y ni hablar de las que aun están discutiendo acerca de sus principios doctrinales.

El Sembrador permitirá todo este envenenamiento dentro de su propio campo hasta  el gran juicio establecido para el hombre, porque esta completamente seguro de que la verdad del evangelio es mas que suficiente para resistir y vencer sobre ella, ya queda a discreción del creyente hacer uso de él o no.

El Fin de la División-Verso 30

Esta cizaña que data desde hace unos milenios, comenzó a surgir por ocasión de la siembra del buen trigo, y nació, creció y sofoco la bendita simiente en el corazón de los insensatos. La doctrina de Jesús, siendo de una nitidez incomparable, de una lógica y claridad sin igual, no podía dejar de sufrir esa maliciosa "distorción", que llevo a muchos a ignorarla y a disponer sus corazones a falsas enseñanzas que terminaran por  consumirlos.

Luego de tan terrible mezcla de simientes, el Sembrador decide esperar hasta la cosecha, es decir, el fin de los tiempos para presentar el fruto de su Palabra (El grano del trigo) y los resultados de las religiones fraudulentas (la cizaña), para que cada una sea lleva por los segadores (Los ángeles) a su destino eterno, el granero (La morada celestial) o el horno de fuego (La condenación).

En conclusión, la enseñanza del Señor en esta parábola es precisa en todo momento, ya que un descuido puede terminar en una contaminación nociva que perjudicara a una gran cantidad de miembros en la congregación. El fin de esto, es la permanencia del las enseñanzas de Jesús, que ira estableciendo en el corazón del creyente el amor a Dios y haciendo prevalecer el Espíritu de Verdad y de Fraternidad, siendo el único capaz de resolver las cuestiones sociales y establecer la paz eterna.

Parábola de la cizaña
Horno de Fuego