Adonai (Etimología)

Heb. 136 Adonay = «mi Señor», que se suele considerar como una antigua forma plural de intensidad, como en el caso de Shaddai, aunque algunos lo ponen en duda en la Septuaginta con Kyrios, «Señor», 

Antiguo término hebreo derivado de Adon, «amo, señor, gobernador». Indica la convicción de que Dios es el dueño de cada miembro de la familia humana y que, por consiguiente, es merecedor de la obediencia incondicional de todos y cada uno de ellos. 

La demanda de adoración que denota el título Adônâi queda bien ilustrada en Malaquia 1:6, donde Dios dice: «El hijo honra al padre, y el siervo a su señor [o señores]; si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, (adonim), ¿dónde está mi reverente temor?». Designa a Dios por primera vez en Génesis 15:2, 8, y después en 18:3. 

No es frecuente en el Pentateuco ni en los libros históricos, pero aparece con frecuencia en los Salmos como fórmula de oración, en Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel y Amós.

En el judaísmo posterior Adônâi sustituía por motivos de reverencia el nombre de Yahvé cuando tenía que ser leído en voz alta. Al añadir los masoretas las vocales al texto hebreo, las de Adônâi se combinaron con el tetragrama YHWH, יהוה, de cuya simbiosis mal entendida salió en nuestras lenguas la palabra Jehova, en vez del nombre Yahweh. Como esta sustitución se había llevado a cabo antes de la versión de los LXX, el texto griego traduce Yhwh por Kyrios, , que es el equivalente de la palabra «Señor», aplicada constantemente a Jesús en el NT.

Es significativo que el apóstol Tomás llame a Jesús, después de la prueba visible y sensible de su Resurrección de entre los muertos, «Señor mío y Dios mío» (Juan 20:28), una cita directa del Salmos 35:23, donde el escritor sagrado utiliza el doble título Elôhai y Adônâi: «Dios mío y Señor mío».

Adonai