A lo largo de la historia los rabinos judíos han tenido serios problemas en la interpretación de las profecías, cuando estas se enfocan en la persona del “Mesías”. Una de estas profecías es la de Isaías 53.
Dos siglos antes de la era
cristiana, era muy común que los judíos recitaran este capítulo en las sinagogas,
hasta la era pos cristiana, pero para el judaísmo actual es un capitulo
conflictivo y polémico, aunque se tienen las interpretaciones de rabinos que
interpretaron este capítulo; uno de estos rabinos fue Rashi (Shlomo Yitzchaki
1040-1105) que realizo una interpretación completa de Isaías 53, aunque en
reiteradas ocasiones dijo que este capítulo representaba el sufrimiento de la
nación de Israel durante la deportación a Babilonia, por lo tanto, no es una
profecía mesiánica, según él. Así como este rabino, hubieron muchos, que no
consideraban este pasaje como una profecía directa al Mesías, e incluso algunos
se atribuyeron estas profecías declarando que eran el Mesías prometido
(excluyendo a Jesús), tal fue el caso del rabino Menachem Schneerson
(1902-1994) quien fue declarado por sus seguidores como el Mesías de Israel y
hasta hoy día esperan su resurrección.
El matemático y astrónomo judío
del siglo XVII, Raphael Levi, admitió que hace mucho tiempo los rabinos solian
leer Isaías 53 en las sinagogas, pero después de que el capítulo causo
discusiones y una gran confusión, estos decidieron quitar esta profecía de las
lecturas de la Haftará en las sinagogas, por esta razón los judíos al momento
de recitar las profecías de Isaías, se saltan la mitad del capítulo 52 y el capítulo
53 por completo y pasan al capítulo 54 directamente.
El problema para el judío actual,
es que Isaías 53 si es una profecía mesiánica, no por estudios de parte de la
iglesia evangélica o católica, sino de sus propios antepasados en el Sanedrín y
muchos otros estudiosos judíos en la antigüedad.
Maimónides (1138-1204) uno de los
eruditos de la Torá más prolíficos e influyente dice esto acerca de Isaías
52:15 al 53:2;
Referente a la misión por medio
de la cual se presentará el Mesías mismo, Isaías afirma: el creció como una
tierna planta, como una raíz de tierra seca, ante Él cerrarán su boca los
reyes, porque lo que nunca se les había dicho a ellos, lo tendrán que ver y lo
que nunca oyeron, lo comprenderán.
En el Midrash de Números Rabaha
16-20, referente a Isaías 52 y 53, rabí Jose el Galileo declara: Grande es la
paz porque a la hora de revelarse el Mesías rey mismo a Israel, Él no empezara
en ninguna otra manera que no sea con “Shalom”, como está escrito –Cuan
hermosos son en los montes los pies del mensajero de buenas noticias que
anuncia la paz.
El Tárgum Jonathan dice acerca de
Isaías 52:13: he aquí que mi siervo el Mesías será prosperado, será exaltado,
muy grande y muy poderoso.
Con esto nos queda muy claro el gran
conflicto que han tenido los rabinos judíos con la interpretación del capítulo 52
y 53 de Isaías. Pero estas discusiones no las han tenido con la iglesia
cristiana, sino entre ellos mismos, ya que sus antepasados aseguran que estos
capítulos son mesiánicos y verídicos dentro de las Sagradas Escrituras, aun así,
lo niegan o se lo ocultan así mismos por la exactitud y similitud de estos
pasajes, con la vida y ministerio de Jesucristo.