El historiador y geógrafo griego, Heródoto (484-425 a. C.), considerado el padre de la historia occidental, realizo una espectacular descripción de la antigua capital babilónica en su famosa obra “Historia”, en la que nos muestra una parte de la historia que para muchos es insignificante o que pasa por desapercibido. Pero que, en realidad en un punto clave y muy misterioso a la vez, en la historia de uno de los imperios más grandes que hayan existido en el medio oriente.
Para empezar, Babilonia de por si en esos tiempos ya era un
imperio corrupto y perverso en aspectos nunca antes vistos, en el periodo que
gobernó el rey Nabonido, en la cual se hace presente la misteriosa reina
Nitocris (hija de rey Nabucodonosor II y esposa del rey Nabonido). Esta reina
ha sido muy discutida por los historiadores actuales por los pocos registros
que se tienen al respecto, a excepción de Heródoto que confirma su presencia en
el imperio babilónico.
La Reina Nitocris de Babilonia |
Era una reina muy perspicaz, lo que la llevo a realizar distintas obras de construcción en el imperio bajo su mandato, ya sea para aumentar la producción de la ciudad o por simple capricho. Una de las primeras obras que realizo, fue la construcción de una fosa que más adelante la convirtió en un enorme lago al cual le coloco columnas de piedra a su alrededor para que no se desbordara y además le edifico un imponente dique como contención. Heródoto cuenta que esta reina también ordeno construir un puente con bases de piedra ensamblados con hierro y plomo, dado que el rio Éufrates atravesaba la ciudad, partiéndola a la mitad, creado dos grandes aldeas y muchos problemas para atravesar dicho rio ya que para llegar al otro lado de la ciudad era necesario ir en barca.
Pero para construir un puente con una longitud de 900 metros
(el ancho del rio), era necesario desviar la corriente del Éufrates para
colocar los cimientos del puente, para ello hizo uso del lago que al tener un
dique soportaría la llegada de la corriente, pero como no era suficiente como
desemboque para el rio, la reina Nitocris ordeno crear canales que llevaran el
agua a distintos depósitos que también mando a realizar.
Imperio Neo-babilónico |
Luego de que la construcción del puente estuviera lista,
volvió a desviar el rio Éufrates desde el lago a su antiguo cauce (Heródoto).
Con el pasar del tiempo se podían observar los grandes
beneficios del puente y de muchas otras edificaciones que embellecían al
imperio, pero no se podía decir los mismo de su población y de sus reyes, ya
que para entonces el trono estaba ocupado por el hijo del rey Nabonido, que
tuvo que dejar la capital del imperio para resolver otras diligencias. El caso
es que ahora era el rey Belsasar quien cumplía la función de regente de
Babilonia. Este nuevo rey que tenía a su lado a la reina Nitocris (reina madre)
sumergieron al imperio en una etapa de decadencia moral y espiritual a tal
punto que profanaron Objetos Sagrados del Templo de Jerusalén durante una
fiesta desenfrenada en la cual le rindieron culto a sus ídolos por medio de un
banquete, una orgia y una embriaguez desastrosa (Daniel 5:1-4), lo que desato
la ira del Dios de Israel sobre el imperio babilónico tal como lo habían dicho
los profetas (Isaías, Jeremías y Ezequiel). Una de las profecías contra
Babilonia, fue la siguiente:
Esto dice el Señor a Jerusalén: «Yo seré tu abogado para defender tu causa y te vengaré. Secaré su río, tal como sus fuentes de agua, y Babilonia se convertirá en un montón de ruinas, frecuentada por chacales. Será objeto de horror y menosprecio, un lugar donde no vive nadie.
Jeremías 51:36-37
El medio para el cumplimiento de esta profecía seria el enorme y poderoso ejército comandado por Darío bajo las ordenes de Ciro rey de Persia (Isaías 45:1-13) en el 539 a.C.
¿Cómo es que se secaría el Éufrates, siendo un rio muy
caudaloso?
Simple, el rey Ciro le ordeno a miles de sus súbditos a que
construyeran trincheras que ayudaran a desviar parte de la corriente del
Éufrates, al lago que misma la reina Nitocris mando a construir, a tal punto
que el agua les llegaba a los muslos a los soldados persas.
De esta manera el ejército entro por las puertas de bronce
de la ciudad al pasar por debajo de las murallas de la ciudad, y empezar una
terrible mortandad que llegaría hasta el mismo rey Belsasar (Daniel 5:30) y
toda la casa real, incluyendo obviamente a la reina Nitocris que desde un
principio construyo el lago, usado por Dios y el rey Ciro para acabar con el
dominio babilónico.
Ejercito Persa |