El Termino proveniente del hebreo zôhel que significa "tienda" y mishkân del verbo shâkan, "morar", que actualmente conocemos del latín tabernaculum, «tienda», también llamado el “Tabernáculo del Testimonio” diseñado y dedicado por completo al Dios de Israel.
De esta manera se le llamo de manera religiosa al primer
santuario hebreo (portátil) erigido por Moisés y la Orden Sacerdotal fuera del
campamento israelita durante el Éxodo en el siglo X a. C. aproximadamente, a
causa de la impureza del pueblo tras la adoración del becerro de oro, aunque más
adelante se trasladaría en medio del campamento luego de la purificación hebrea
y al emprender la marcha hacia Cannán.
Acompañó a los israelitas en su peregrinación por el desierto al ser todavía un pueblo nómada. La columna de fuego en la noche o la nube en el día, era lo que dirigía los movimientos del Tabernáculo por orden de Dios. Si el tabernáculo debía permanecer estacionado, la nube se ubicaba sobre él. Si había que marchar, la nube se elevaba y marcaba el rumbo a seguir. Al tener que levantar el campamento, los sacerdotes desarmaban el tabernáculo y lo cubrían cuidadosamente, y los levitas lo transportaban según un orden establecido (Números 3:25-37).
La importancia del Tabernáculo se aprecia por la cantidad de capítulos que se le dedican en el libro del Éxodo (del 25 al 31 y del mobiliario que se extiende hasta el capítulo 40), una tercera parte del total, ya que les seria como santuario por más de 4 siglos hasta el reinado de Salomón y la construcción del Templo en Jerusalén.
Ubicación en el Campamento
Se estableció un orden para que las tribus acamparan en torno al Tabernáculo extendiendo el campamento a uno 19 kilómetros cuadrados aproximadamente. Cerca del Tabernáculo se encontraba:
- Moisés y Aarón con sus hijos al este
- Los Gersonitas al oeste
- Los Coatitas al sur
- Los Meraritas al norte
Las 12 tribus de Israel acampaban a cada lado de tres en tres. La tribu del centro servía para dominar su lado:
- Judá al este con Isacar y Zabulón
- Efraín al oeste con Manasés y Efraín
- Rubén al sur con Simeón y Gad
- Dan al norte con Neftalí y Aser
Dato Curioso: El orden de las 12 tribus alrededor del Tabernáculo se debe a la fuerza militar en número que cada uno tenía durante la marcha en el desierto: Judá era la tribu más numerosa y tomaba la delantera, le seguían Isacar y Zabulón. Rubén, Simeón y Gad formaban la segunda gran división seguidos por la compañía central, los Levitas que llevaban el Tabernáculo. Luego el escuadrón tercero consistía en Efraín, Manasés y Benjamín como las tribus mas pequeñas. El último lugar correspondía a Dan, Aser y Neftalí quienes cerraban la retaguardia con fuerza por su gran numero (Números 10:14-28).
Los Artesanos del Tabernáculo
Dios llamó a Bezaleel y a Oholiab para ser los artífices de la obra. Las cualidades de Bezaleel eran admirables: Estaba lleno del Espíritu de Dios, además el Señor le había llenado con sabiduría, entendimiento, conocimiento y toda habilidad de artesano, y puso en su corazón la capacidad para enseñar, tanto él como Oholiab (Éxodo 35:30-36).
En aquella época, se consideraba al corazón como el sitio de la voluntad, o lo que significa hoy en día la mente. Bezaleel era un hombre sabio, inteligente, preparado, artístico y no egoísta. En el servicio del Señor puso la habilidad de sus manos, la inteligencia de su mente, la voluntad de su persona y la buena disposición de enseñar a otros para el bienestar de la obra de Dios. Bezaleel y Oholiab deben ser ejemplos para todos los que sirvieran a Dios en todas las edades.
Diseño
Al ser el primer santuario hebreo no fijo, fue construido según el modelo y las órdenes precisas dadas por Dios a Moisés en el Monte Sinaí, razón por la cual no se dejó nada en absoluto a la inventiva o iniciativa humana. Cada uno de los detalles tenía su importancia y significado espiritual.
El tabernáculo estaba diseñado para desarmarlo y transportarlo cuando las circunstancias lo requirieran. Esto era indispensable en la marcha por el desierto y aun en Canaán.
El Tabernáculo consistía en el patio externo (Atrio cuadrangular de unos 45 m por 22.50 m) y la tienda. Se entraba al patio externo por un portal orientado hacia el este, en donde se hallaba el altar del holocausto (Ex. 27:1-8) y el lavacro o fuente de bronce (Ex. 30:17-21). La tienda o Tabernáculo se hallaba dentro del patio. Estaba dividido en dos sectores principales: el Lugar Santo y el Lugar Santísimo, separados entre sí por un velo (Ex. 26:31), como el que hubo luego en el Templo de Jerusalén. El Lugar Santo tenía unos 15 m de longitud, por 6 m de anchura y 5 m de altura; el Santísimo era un recinto cúbico de 5x5x5 m.
Fue armado fuera del campamento, empezando por el Atrio que lo rodearía, el cual era y se orientaba de este a oeste (Éx 27.18). El atrio no tenía techo, estaba limitado por 60 columnas de metal con capiteles de plata colocados sobre basas de cobre (Éx 38.10). Estas columnas servían para colgar las cortinas que cercaban el atrio y que eran de lino blanco torcido (Éx 27.9), salvo la parte oriental que era de lino torcido de colores azul, púrpura, carmesí y blanco (Éx 27.16).
Tenía tres paredes de madera acacia y cinco columnas cubiertas de oro en la entrada que sostenían las cuatro cubiertas del Tabernáculo: la más bella, con los cuatro colores simbólicos y bordada con figuras de querubines que separaban el lugar Santo del Santísimo en el interior. Una segunda cubierta, de pelo de cabras, recubría la primera; se componía de once piezas, cada una de las cuales medía 30 por 4 codos. Luego una cubierta externa de pieles de carneros teñidas de rojo y, finalmente una cubierta de pieles de tejones que protegía las otras tres cubiertas (Ex 26:14).
Materiales Empleados
Los materiales fueron básicamente los que se hallaban a su alcance. El Sinaí proveía la madera de acacia. De los rebaños se obtendría la lana y las pieles. Los tejones, su piel. A raíz del despojo de los israelitas hacia los egipcios, obtuvieron grandes cantidades de oro, plata, bronce y varias telas (Azul, purpura, carmesí y lino fino) (Ex 12:35), hubo abundantes ofrendas voluntarias de estos materiales, hasta tal punto que se les tuvo que prohibir que dieran más (Ex 36:5-6), para ese entonces ya habían más de 2 millones de israelitas.
En el Lugar Santísimo se usó oro fino para simbolizar santidad. De allí hacia el exterior, a medida que se aleja del centro de la presencia de Dios, se disminuye la santidad, la que está simbolizada por el uso de metales de calidad decreciente: oro ordinario, plata y finalmente bronce. También hay cierto simbolismo numérico como: el 3, divinidad; el 4, humanidad, el 7 y el 10, perfección, calidad de completo. Esta perfección y santidad gradual explica por qué el pueblo pudo llegar solamente hasta el patio, los sacerdotes hasta el Lugar Santo y solo el sumo sacerdote al Lugar Santísimo.
Mobiliario Sagrado
Estaba construido con lo mejor de lo mejor, con los detalles que el mismo Dios le había dado a Moisés en 15 capítulos: (Ex 25-40). Estaba en un patio, o atrio descubierto, preparado con cortinas de lino, ajustadas a 60 pilares de bronce con capiteles de plata.
En este Atrio, patio, estaban:
- El altar de bronce para los holocaustos diarios y especiales (Num 28:3).
- La fuente de bronce o lavacro, para las abluciones rituales de los sacerdotes (Ex 30:17-21)
En el Tabernáculo: Dos partes, separadas, por un pesado y muy
detallado velo:
El Lugar Santo, donde entraban sólo los sacerdotes, estaba:
- El Candelabro de oro
- La Mesa para el pan de la proposición
- El Altar del Incienso
En el Lugar Santísimo se encontraba solamente el Arca de la
Alianza, cubierta toda ella de oro la cual contenía:
- Las tablas con los 10 Mandamientos
- La vara de Aarón que había reverdecido
- Una vasija con el Maná
- El propiciatorio con los 2 Querubines
La Confusión de los Tabernáculos
El lugar de encuentro de Dios con Su pueblo. Se trata de una tienda provisional en la que el Señor se encontraba con Sus siervos (Éx 33:7-11). Después de la adoración del becerro de oro, Dios se alejó del pueblo. Moisés levantó entonces, al menos por un tiempo, el Tabernáculo de Reunión fuera del campamento, para simbolizar esta excomunión (Éx 33:7; 34:9).
Se desconoce de qué tienda se trataba, pero parece haber sido el centro de administración del campamento. Allí, según parece, administraba justicia Moisés (Éx 18:13) y trataba los casos más graves (Éx. 18:21-26). El libro del pacto fue, según parece, depositado allí provisionalmente. Los temas bajo litigio eran presentados ante el Señor.
Dios se encontraba allí con su pueblo en la persona del mediador, Moisés cuando la columna de nube descendía a la entrada de la tienda (Éx. 33:9). Esta tienda no era el Tabernáculo descrito en el Sinaí; no estaba en él el arca ni era servido por sacerdotes. Josué estaba al cuidado de esta tienda (Éx. 33:11), y no Aarón, como sí fue el caso para el Tabernáculo propio (Dt. 10:6).
La nube descendía sobre esta tienda cuando Moisés entraba para consultar a Dios. En cambio, la nube permanecía sobre el Tabernáculo, y la gloria del Señor lo llenaba, y el mismo Moisés no podía entrar en él (Éx. 40:34). Es posible una cierta confusión por parte del lector, por cuanto el Tabernáculo propio como el anterior reciben el nombre de «Tabernáculo de la Congregación», o «de Reunión», y es preciso ejercer cuidado en la lectura para distinguir entre ambos.
Conclusión
Desde que el Tabernáculo fue levantado, el primer día del año segundo después de la salida de Egipto, quedó cubierto por la gloria de Dios, que significaba así su presencia entre su pueblo durante su marcha por el desierto. Durante la conquista de Canaán, el arca se quedó en el campamento de Gilgal. Más tarde, Josué erigió el Tabernáculo en Silo, donde estuvo durante el tiempo de los Jueces.
Durante la mayor parte del reinado de David, y bajo el de Salomón hasta la construcción del Templo, el Tabernáculo estuvo en el lugar alto de Gabaón (1 Cro. 16:39; 21:29). Salomón transportó la tienda al Templo (1 R. 8:4), construido bajo el mismo modelo, pero de dimensiones dobles.
Desapareció en los primeros años del siglo VI a.C. durante la toma de Jerusalén por el ejército de Babilonia. Una tradición recogida por la carta introductoria a II Macabeos dice que fue escondido por Jeremías en un lugar seguro, desconocido.
A pesar de la desaparición tanto del Tabernáculo como la del Arca de la Alianza, la epístola a los Hebreos confirma que el santuario hecho por la mano del hombre (Pueblo Hebreo) era «imitación del verdadero», establecido por el Señor en el cielo (Hebreos 9:11). El ritual, culto, los sacrificios, el sacerdocio de Aarón, son todos tipos y profecías de la persona, sacrificio y sacerdocio de Jesucristo, nuestro sumo sacerdote. Por definición, estos tipos y ordenanzas eran temporales: las vestiduras, utensilios, divisiones del santuario, velo, sacrificios, abluciones, etc., todo esto ha cedido su puesto al culto rendido en espíritu y en verdad, habiendo todo ello sido cumplido por la venida de Jesús.
