La Confiabilidad de la Biblia – Parte 1 (Análisis Histórico)

Uno de los argumentos más utilizados en contra de la veracidad del Cristianismo tiene que ver con la Biblia, el documento portador de nuestra cosmovisión. Para la mayoría es difícil creer que un documento escrito hace tantos años pueda mantenerse intacto en su significado original.

La Biblia
Análisis Histórico 
La premisa en aceptable, a tal punto que se usado el famoso juego del “Teléfono descompuesto” a manera de comparación. Este inicia con un grupo de personas sentadas en un círculo, y una de ellas comienza con algún dicho o relato breve y se lo dice al oído a la persona que está a su lado. El objetivo final es transmitir el relato autentico, pero dado que este pasa por muchos receptores, el relato se pierde y se obtiene otro muy distinto.

Muchas personas piensan que lo mismo podría haber sucedido cuando la gente transmitió de manera oral y escrita los relatos de la Biblia. Piensan que al empezar a escribir estos relatos en rollos o pergaminos, las copias podrían haber tenido muchos errores, y por lo tanto, la Biblia que tenemos en la actualidad, no sería confiable.

Indiscutiblemente han pasado largos periodos. De eso no hay duda. Y si a eso le agregamos que los primeros manuscritos del Nuevo Pacto pueden ser fechados desde el año 50 A.C. y los manuscritos del Antiguo Pacto, al menos unos 1,000 años A.C, no es de extrañar entonces que haya muchas personas escépticas con respecto a la confiabilidad de la Biblia.

Para tener un panorama bíblico al respecto, es necesario citar las palabras del Apóstol Pablo:

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

2 Timoteo 3:17-18

Al menos para Pablo, toda –y enfatizo- toda la Escritura fue inspirada por Dios. En otras palabras, Dios iba guiando lo que los escritores ponían en los manuscritos. Si eso es así, entonces dos factores deben ser determinantes para comprobar su confiabilidad:

La evidencia tiene que ser más que suficiente, quizás hasta el punto de ser abrumadora en lo que respecta a demostrar su confiabilidad en la actualidad.

La Biblia que tenemos ahora debería haber sido preservada intacta en su contenido.

Los eruditos han presentado los siguientes datos sobre la Biblia, con respecto a su composición literaria: 

• Fue escrita en un período de 1,600 años.

• Fue escrita durante 60 generaciones.

• Fue escrita por más de 40 autores de diferentes clases sociales. Entre ellos reyes, campesinos, filósofos, pescadores, poetas, doctores, etc.

• Fue escrita en diferentes lugares: desiertos, calabozos, colinas, palacios, prisiones, etc.

• Fue escrita en épocas diferentes: En tiempos de paz, guerra y de cautiverio.

• Fue escrita en distintas circunstancias: Algunos escribieron desde las alturas del gozo y otros desde la profundidad del sufrimiento y de la desesperación.

• Fue escrita en tres continentes diferentes: Asia, África y Europa.

• Fue escrita en tres lenguajes: Arameo, hebreo y griego.


Son aspectos muy interesantes, sin embargo, la pregunta obligada debería ser ¿Es la Biblia actual la misma que leyó la Iglesia primitiva?

Para responder a esa pregunta debemos analizar un campo literario muy utilizado por los eruditos cuando se desea investigar un documento antiguo:

La Prueba Bibliográfica

Esta se compone de siete factores: 

1.  Materiales

2. Tamaño y forma de las letras 

3.  Puntuación

4.  Divisiones del texto

5.  Ornamentación

6.  Color de la tinta y color del pergamino

7.  La textura.

Una vez que estos aspectos se han investigado, podemos decir que un documento puede ser confiable, pero eso no quiere decir que el documento no sea ficticio. Ese es otro tema. Pero por lo menos podemos afirmar que fue escrito en cierta época acorde con los factores ya mencionados.

Después de la invención de la imprenta, la trasmisión de cualquier documento ha sido bastante confiable, debido a que las placas para la imprenta eran las mismas con cada copia. El problema -claro está-, tiene que ver con documentos escritos o compuestos antes de la invención de la imprenta. De allí que la prueba bibliográfica sea tan importante con tales documentos.

La confiabilidad de la Biblia
Prueba Bibliográfica 

La prueba bibliográfica no solamente ha sido usada con la Biblia, sino también con otros documentos antiguos. Por ejemplo, gracias a la prueba bibliográfica, hemos descubierto copias de documentos de Plinio el joven que datan aproximadamente del año 850 D.C. También copias del comentario de un César sobre las Guerras Gálicas del siglo noveno después de Cristo. Copias de escritos de Platón en el año 900 después de Cristo, etc. Estos y otros muchos documentos similares son muy valiosos para conocer hechos de la historia del mundo a través de los siglos.

Quizás estarás pensando: “Bueno, pero Platón vivió antes que Jesús, ¿cómo es que solo hay escritos de él hasta esa fecha?” Tendrías mucha razón en preguntarte algo así. La respuesta es sencilla: Aun cuando la redacción de esos escritos de Platón debió haberse dado unos cuatrocientos años antes de Cristo, las únicas copias que se mantienen en existencia son de aproximadamente 1.300 años de intervalo entre el original y las copias. Cualquiera debería poner en duda la confiabilidad de un documento así, ¿no lo crees? Sin embargo hasta la fecha no ha habido algún profesor universitario de literatura universal que desconfíe de lo que Platón haya escrito o que diga que seguramente no fueron sus palabras.

En contraste, mucha gente duda de las palabras que se leen en la Biblia, sean las que originalmente se escribió...

Estudio Siguiente: La Confiabilidad de la Biblia (Parte 2)