Las Alianzas de Dios en la Biblia

Las alianzas de Dios con Noé, Abraham y David tienen paralelos con las alianzas más antiguas del Cercano Oriente. Una parte se compromete a garantizar la realización de lo prometido (Jeremías 34:8). Existen también otras conocidas como alianzas o tratados de paridad: dos partes se obligan a cumplir idénticas estipulaciones (Génesis 25:29-33).

Rey David
Domenico Gargiulo

Aunque la Biblia habla de varias alianzas: 

  • Dios con Noé, su familia y los animales que se salvaron con ellos (Gn. 9:9-16)
  • Abraham y sus descendientes (Gn. 15:18; 17:2ss.)
  • Moisés y el pueblo hebreo en el monte Sinaí (Ex. 19:5; Dt. 4:13)
  • David y su dinastía (2 Sam. 23:1-5)
  • La nueva alianza de Dios con su pueblo elegido (Jer. 31:31-34)

Realmente debe de hablarse de una sola alianza, con diferentes matices y énfasis. 

1. Alianza con Noé (Gn. 6:18 y 9:8-17). En ella Dios se auto-impone la obligación de no destruir a los seres humanos y animales por medio de un diluvio (Gn. 9:11). Como recordatorio, Dios da a Noé y a su descendencia una señal: el arco iris (Gn. 9:12-17). Ninguna obligación se le impone al ser humano; solo se le ofrece una promesa. La presencia de la vida en este planeta y su permanencia dependen exclusivamente de Dios, muy a pesar del ser humano. 

2. Alianza con Abraham (Gn. 15 y 17). En el segundo pasaje la palabra berith aparece trece veces. Esta alianza tiene por señal la circuncisión (Gn. 17:10-14) e incluye una triple promesa: 

  • Una descendencia numerosa (Gn. 15:5; 17:4-7) 
  • La tierra de Canaán (Gn. 15:18; 17:18) 
  • Yahvé como Dios de Abraham y de su descendencia (Gn. 17:7-8). 

Al igual que en la alianza con Noé, en esta la obligación recae únicamente sobre Dios. En Génesis 15, Dios muestra la irrenunciabilidad de su obligación en la acción simbólica de pasar entre los cuerpos divididos de los animales sacrificados, e incluso jura por sí mismo (véase Jer. 34:18-19; Heb. 6:13-18). Génesis 22 se convierte en la muestra más inmediata de la obligación unilateral de Dios. En este pasaje Dios se muestra como el Señor cuyas demandas son absolutas, cuya voluntad es inescrutable y cuya palabra final es gracia. 

3. Alianza con David (2 Sam. 7:1-17; 2 Sam. 23:1-5; Sal. 2 y Sal. 89). En ella Dios se compromete a mantener en el trono de su pueblo a un descendiente de David, una dinastía perdurable (2 Sam. 23:5; Jer. 33:20-21; Sal. 89). Al igual que las otras dos alianzas, solo Dios adquiere una obligación. Es importante notar al respecto las palabras que acompañan la alianza con David: gracia, favor, lealtad. Hay también en las tres alianzas un denominador común que caracteriza a los primeros receptores de la alianza: su devoción ante Dios (Gn. 6:9; Gn. 17:1; 2 Sam. 6:12-22).